EL PODER DE LAS MALAS INTENCIONES
ES MÁS FUERTE QUE EL SOL
El sol deshace cada
día las pieles de unos seres desadaptados, con la paciencia de un orfebre,
porque desde que amanece
hasta que anochece aparenta acariciarlos con sus rayos dorados,
aunque estos vengan cargados
con átomos desbordados por una peligrosa energía,
frotando con su calor
sus poros, que tras su roce se ajan y se arrugan,
por donde después exsuda
un ser diferente, al que desnuda totalmente de sus emociones,
que, aunque algunas veces
sean sutiles, amorosas y hasta gentiles,
la mayoría de ellas demuestran
un estado alterado, provocándole un sinfín de sensaciones,
haciéndole transformar
su entorno en el infierno en el que actualmente sobrevive.
Pero ese sol majestuoso
es menos dañino que algunos seres humanos,
quienes se denominan orgullosos,
a sí mismos, líderes de los demás,
pero que al final solo
buscan quemarlos y fundirlos entre sus más oscuras intenciones,
intentando con ellas
irradiar el odio absurdo que los consume,
para llenar sus
deseos de bienes materiales, y así convertirlos en lingotes de oro,
que amasan y guardan
en cajas fuertes, donde esconden sus valores.
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