LA VUELTA DE UNA PUERCA TUERCA
Como un punto solitario,
flotando en el espacio, mientras cae en el vacío,
la Tierra gira sin
control, aunque en ella haya una extraña especie
que la cree tener bajo su
toxico control.
A la misma velocidad en
que gira y cae, al mismo ritmo la Tierra se desquicia,
porque los actos que propicia
en ella una sorda y ciega humanidad
son acciones sin justicia
universal,
que, aunque es un parámetro
medible, se ignora ante una sevicia elemental,
la que proporcionan los impúdicos
que seleccionan a quienes rigen la inmundicia,
en la que se atolla y se revuelca
a un planeta que aprieta una sola tuerca,
la que hay sobre el
tornillo que ocasiona su propia extinción.
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