NO HAY NADA DE MAGNANIMIDAD EN UNA HUELLA DE
MALDAD
Con el correr del tiempo
se han ido haciendo más que evidentes
las terribles marcas que
han dejado desde el pasado las confusas huellas de muchos,
quienes sin proponérselo dejaron
con ellas evidencias palpables de su maldad,
pero qué en el momento en que
se hicieron, fueron catalogadas de magnanimidad.
Los conceptos de los términos
han ido cambiando, y sus significados van rotando,
evolucionando hacia la
claridad que en esos tiempos carecían,
encontrando hoy la
humanidad, en ellas, las oscuras intenciones que perseguían,
una clara decisión de convertir
a los seres humanos en esclavos de sus deseos,
y que con esmero se transformaron
en las perniciosas metas que ahora persiguen
unos confundidos
individuos, perdidos en un miserable y general destino,
pero qué para unos pocos aún
es aceptable,
aunque con esos
comportamientos el planeta entero se resquebraje.
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