COMO CENTELLA ERAS BELLA, PERO A QUIEN
QUIERO ES A ELLA
Pensando en ti es que volví
con ella,
pues entendí que me hacías
mucha mella,
así fueras más bella que
ella.
Aunque eras como un sol,
cuando éste calienta en arrebol,
fuiste tostando mi piel,
que se revolvía en el calor de un mal amor,
mientras mi alma se deshacía
de dolor al comprender que a quien querías
era en realidad a tu propio
ego envanecido por el reflejo de un amor envilecido.
Ahora soy más feliz con
ella, por más que deseé tu cuerpo de bella,
porque, al recordarte, esos
deseos se estrellan
contra los sueños de un amor
como centella,
el cual giraba sin
control, alrededor de una imagen bella,
pero teniendo mis sentimientos
sometidos a tu locura,
que hoy se curan con ella.
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