SOMOS
MUY MALOS ACTORES
Que somos animales nadie lo puede negar,
o que somos especiales, todos lo tendríamos que dudar,
pues los ejemplos de nuestras propias desmesuras se
multiplican sin parar,
y las señales de nuestras grandes locuras,
las que llamamos progreso y desarrollo,
se graban sin cesar en la corteza de la Tierra, en cuanto
todo tiende a empeorar,
en sus niveles de vida, salud, esperanza y bienestar.
Muchos movimientos religiosos nos señalan ser los hijos de
un dios,
mientras la ciencia nos remarca ser efecto de una larga
evolución,
y en la mitad de estos dos extremos,
demostramos ser la fuerza que destroza al único planeta con
el don de la vida,
y a una especie humana que se precia ser lo mejor de lo
mejor,
al mismo tiempo que se comporta y comprueba ser lo peor de
lo peor.
Que somos una plaga no lo tenemos ni qué dudar,
mientras estamos dando las puñaladas mortales a las vidas
de miles de animales y especies,
por sostener una ilusión vana y cerril, que se basa en
nuestra propia confusión,
y en el rol de unos papeles, que estamos jugando en una
torpe función,
cuando todo en nuestras propias manos se descompone y deshace,
y el planeta se transforma en la fase terminal
que nos demuestra que nos dirigimos directo hacia el final
de la vida en general.
______________
No hay comentarios.:
Publicar un comentario