¡ESTÚPIDOS,
ES LA ECONOMÍA!!!
La injerencia de la economía, en la manera de ver y construir
nuestra realidad,
es perversa y definitiva en las acciones destructivas,
sobre un mundo que se edifica en mentiras sugestivas,
donde las verdades despectivas sirven de bombas explosivas
en las respectivas funciones conflictivas que hacen del ser
humano
la causa principal de la presente extinción masiva.
Instituciones financieras, que se autodenominan las fuentes,
y los centros, del progreso y el saber,
a la par con templos religiosos, que se proclaman como las mecas
de la fe y de la verdad,
anuncian y propagan, a los cuatro vientos, la actual fatal realidad
con aspavientos,
sin sentir reatos de culpas ni penas por hacerlo,
pero provocando los fragores de la destrucción total sobre
la superficie de un planeta,
que, aunque convulsiona en los estertores de su propia muerte
por los hechos,
aun así, se alegra por lo que hemos logrado y alcanzado,
llamando a esta hecatombe la mejor idea que le dio algún dios
al ser humano.
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