POR
TÍ, NUESTROS HIJOS COMEN HIGOS
Contigo el camino de la vida ha sido un jardín lleno de
higos,
donde los hijos llegaron a llenarse por comer los
sentimientos
que de tu corazón brotaba por montones,
y quedaron en sus pechos cual zurrones,
enmascarando el sufrimiento de sus vidas mientras transforma sus temores en amores.
Aunque yo era tu destino desconocido,
hasta el momento mismo en que nos vimos,
solo supimos, sin sospecharlo, que eran nuestros ojos, al
cruzarse las miradas,
los que abrirían las puertas de una pasión embolatada,
que teníamos guardada y parecía sellada,
con la que nuestros cuerpos nos darían una sensación que desconocíamos,
en la que luego edificamos, en nuestras vidas,
estos días que se convirtieron en murallas
donde guardamos nuestro amor como laureles,
mientras nuestros hijos, con los higos del camino,
se atiborran de alegrías, saberes y quereres.
______________
No hay comentarios.:
Publicar un comentario