EL
CÓMO CAMINEMOS ES COMO SERÁ NUESTRO DESTINO
Nuestros destinos son unos caminos sin letreros de
advertencia,
y sin señales de llegada,
por los que cada ser transita sin reconocerlos, descubrirlos
y obligados.
Aun así, son muchos los que piensan que son ellos quienes los
programan,
y los manipulan,
sin reconocer que luego son éstos los que nos conducen y nos
dirigen sin quererlo
hacia un final determinado por las acciones que se hagan sobre
él,
mientras los transitamos sin saber que es con nuestro amor,
o con la hiel en nuestra piel, como los podemos mejorar o controlar.
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