CARNALES
Y ESPECIALES
De corazón a corazón no existe ninguna razón para amarnos,
solo el pensamiento nos tiende puentes en concreto
para que de las ilusiones se sublimen momentos especiales.
Por eso nuestros ojos se miran sin buscarse
cuando ya nuestras manos han dado alcance a nuestros
cuerpos,
y así, cogidos los dos y rozándonos la piel,
demos inicio a encuentros terrenales.
Entonces tú, como después yo,
entramos como tromba en sentimientos espaciales,
dando con ellos pie a locuras sentimentales,
donde nuestros corazones se convierten en carnales.
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