CUANDO RECOBRE LA TIERRA SU CORDURA

CUANDO RECOBRE LA TIERRA SU CORDURA

Aunque están despojados de sus bienes terrenales,

viajan por la Tierra unas almas mortales,

son un grupo de personas anormales,

convencidas como están,

que de la vida solo vale lo material.

Son seres confundidos y atontados,

pues no creen en ellos mismos ni en los otros,

se maldicen sin control y todo el tiempo,

cuando se mueven como hormigas mientras no trabajan.

Paren hijos como si fueran ratones,

para exigirles luego a éstos las soluciones,

de los problemas que han venido generando,

en el tiempo y por millones.

Desesperados,

como están,

buscan con ahínco en líderes mentirosos,

la directa conexión con sus falsos dioses,

para que sea entonces un milagro el que se dé como solución,

mientras han perdido la fe en lo que puede suceder después.

Sin embargo, cada tanto,

una tenue estela de esperanza se cierne sobre el planeta,

pero la desconfianza que genera en ellos mismos siempre la entierra,

dejándole así el tiempo al tiempo de detener este viaje sin final.

Comprendiendo algunos,

en el fondo de esta oscuridad,

del profundo hueco donde se ha enterrado la humanidad,

que aún quedan destellos de una sola verdad,

y es que después de nosotros no hay soledad,

para un planeta que destierra así un foco de maldad.

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