martes, 11 de julio de 2017

NOS HA LLEGADO LA HORA DE DECIDIR



NOS HA LLEGADO LA HORA DE DECIDIR

Desarrollo y progreso son dos palabras distintas, pero con significados similares; sin embargo, el desarrollo del progreso no es igual que el progreso del desarrollo, aunque ambos términos parezcan implicar casi lo mismo.                                                                   
Progreso significa avance, y desarrollo también, pero en el galimatías de sus significados, con sus aplicaciones diarias, nos está ocurriendo algo parecido a lo que estamos viviendo como sociedades, con los desarrollos de ciertos progresos humanos, que por más avances que sean, nos están llevando rápidamente al límite de la sobrevivencia en el planeta.

Desde la industrialización, o sea desde finales del siglo 18, la humanidad entró en una espiral de acontecimientos, que hasta hace poco parecían extraordinarios, pues hacían parte de lo que todos creíamos era el éxito humanitario, pero qué, con el paso del tiempo, nos están llevando, en una carrera alocada, hacía la auto destrucción, destruyendo por igual, con ese comportamiento, a todos los seres vivos sobre la Tierra.
Con la tecnificación de los procesos productivos, con la automatización, la robotización, además de la electro domesticación, hemos invadido todas las esferas de nuestras vidas, entendiendo además que todas ellas han llegado para quedarse y avanzar, creyendo, al comienzo, que nos facilitaban la existencia, cuando ahora sabemos que nos están afectando en grado sumo, al extremo que al ritmo que van estos avances, el ser humano va terminar sobrando.

Por lo tanto, creo que estamos en el momento preciso para definir el futuro a seguir, como raza y como sociedades, adaptando esos desarrollos y progresos a nuestros propios beneficios, y no al contrario, como hasta ahora ha venido sucediendo, entendiendo también que debemos incluir en esos beneficios a los demás seres vivos sobre el planeta.
El mayor problema de esta incertidumbre humana radica en el poder, o sea la capacidad de imponer decisiones y políticas sociales sobre los demás, y en las manos de quienes está esa posibilidad; como igual, motivar, con estos cuestionamientos, en las mayorías, la esperanza de actuar unidos, para obligar a ese poder insensible a pensar en todos los otros seres, por igual.



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