LO QUE VALE UNA IMAGEN

LO QUE VALE UNA IMAGEN

Una imagen, no vale las mil palabras que a veces dicen que vale, 
y lo comprendí cuando descubrí a un hombre solitario, 
con unos ojos grises grandes, que me parecieron tristes, 
y quien miraba, sentado en una piedra, a lontananza, 
como si el vacío del desamor lo abrazara.

Entonces, lo que creí era la imagen del ser más infeliz 
sobre la faz de la Tierra, no resulto siendo así, 
ya que, al preguntarle, 
me respondió que era el hombre más alegre y contento en el planeta entero.

Intrigado y confundido, le indague porque era feliz si se veía triste, 
a lo que me contestó que había terminado con un mal amor, 
que le tenía loco, y que la imagen que describía no era real, 
pues se sentía otro, no más feliz, pero si menos loco.

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