ARTIFICIANDO LO NATURAL
Superadas las guerras fratricidas y devueltos a las teas, nos quieren ver a todos mirando sumisamente a los que utilizan lamparas doradas, oscureciendo con sus chorros de falsa luminosidad los caminos que habían estado naturalmente iluminados, ahora éstos se encuentran asfaltados, conduciendo directamente hacia el interior de comunidades amuralladas por miedos y controles, donde nadie, que no sean ellos, puede escapar ni tampoco proponer alternativas distintas a tener que aceptar el mundo artificial que nos imponen, viéndoles disfrutar los excesos que propagan desde sus cuarteles, dejando caer migajas cada vez que se alebrestan, recogidas salvajemente por los que sueñan imitarlos, atacando violentamente a cualquiera que se oponga a mantener vigentes unos sistemas depredadores y delincuentes.
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