UN DIABLO REPARTIENDO HOSTIAS

 

UN DIABLO REPARTIENDO HOSTIAS

Quién pudiera tener la dicha que tiene el diablo, al disfrazarse de conductor de un pueblo que se dice elegido por dios, en cuanto obtiene los beneficios que prodiga el apoyo de fuerzas que se han dejado cooptar con una inversión privada que invierte los papeles y los anhelos del resto de la sociedad que lo aloja, la cual incólume observa en total pasividad semejante acto de inhumanidad, contra un pueblo siendo hermano del primero, dejándose involucrar en una guerra fratricida, que aparenta justificar la injusticia que provoca y produce la actuación satánica de un diablo repartiendo hostias para obtener perdones a favor de sus matones.

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