PLEGARIAS AL CIELO CON MASACRES EN TIERRA
Estando, como estamos, en medio del florecimiento de las dictaduras
personales,
las sociedades se conforman simplemente con saberlo y
aceptarlo,
el poder de lo general está diluido entre sueños, conceptos
y promesas,
no existe ninguna convicción sobre hacer procedimientos
en conjunto,
hemos sido convencidos que no hay poder grupal para
ejercer poder humano,
quienes se atreven a proponerlo se enfrentan a morir en
el intento,
acusados de dirigir al mundo hacia el infierno, mientras
los individuos
son obligados a abstraerse de la idea de una vida mejor,
rezando plegarias al cielo,
mientras en la Tierra los más píos dirigen, con sus odios,
las masacres
que diezman a toda población que se arriesgue a buscar
otros caminos.
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