DESVERGONZADOS Y EXPLOSIVOS
Sentir vergüenza ajena jamás
ha compensado la violencia ejercida
por un ser explosivo, sobre
el regazo de una piel, que en este caso
es el suelo arrasado, en un
planeta que parece sometido,
estando en pleno proceso
de demolición,
a la espera de respuestas
ante las perversas acciones que una especie
considera inocuas frente a
las incógnitas planteadas a través de las preguntas,
por lógica natural, que se
hace una Tierra atacada y agredida mientras espera
los cambios que sus propias
reacciones encadenadas provocan
contra las demás especies afectadas
e involucradas sin quererlo hacer.
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