LA DESTRUCCIÓN DEL MUNDO CONOCIDO COMIENZA
POR UNA H
Los mensajes, recados, misivas,
alertas, avisos, señales, alarmas, auxilios,
ayudas, apoyos, amparos,
socorro y protección que la Tierra emite,
a cada segundo, de todos
los días, en todos los meses de todos los años,
son vistos y escuchados
por todos los seres que habitan sobre su piel,
sin embargo, cada uno
tiene una disculpa o justificación para ignorarlos,
y de esta manera el mundo
encuentra la forma de su destrucción.
Las pequeñas abejas,
porque se han quedado sin flores
y se están muriendo porque
les están fumigando sus fuentes de alimentación,
las enormes ballenas,
porque cuando no se las está cazando,
se les quita su sustento
de vida y los mares son hoy pozos de contaminación,
los cerdos, porque son unos
simples instrumentos para obtener proteína,
los están cebando y se los
están tragando como la mejor solución,
así podría seguir infinitamente
alargando esta lista,
usando el abecedario como la
mejor pista, por ejemplo,
con la d de delfines, la e
de elefantes, f de focas, g de gorilas, h de hienas,
la i de iguanas, j de
jaguar, k de koala, l de liebres, luciérnagas o lobos,
en fin, con la o de
ovejas, con la p de pollos, con la v de vacas,
y encontraremos siempre un
mismo patrón de un común denominador,
donde el determinador es un
mismo ser, que su nombre empieza por H,
aunque ese ser el mismo se
engañe, haciéndose pasar por ignorante,
por insensible, ciego, sordo
y mudo, otros por pobres, sin tener elección
y unos pocos por elegir la
torpeza como la única selección.
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