ENFRENTAMOS FUERZAS INVISIBLES QUE IDIOTIZAN
Lo que no se ve ni se siente por lo
general se ignora y se desprecia,
sin embargo, existen efectos fuertes y
directos sobre las masas de los cuerpos,
que de sobrada manera afectan a todos
los seres vivos,
desde una simple ameba hasta a un
amigo o enemigo,
volviendo indiferente sus indiferencias
hacia esas fuerzas invisibles que dominan.
Un ejemplo de ello es la velocidad, ya
sea la del tiempo o la de la materia,
de allí que no seamos conscientes de
la inconciencia que velozmente nos cubre,
ni tampoco seamos capaces de sentir lo
que nos corroe el alma o la piel,
así, este planeta, viaje a miles de kilómetros
por segundo alrededor de un sol,
o que éste igual lo haga a través de
la galaxia,
y que ésta, sideralmente acelerada, lo
termine realizando en el espacio universal,
haciendo que su fuerza haga mella
sobre las neuronas de los seres,
adentro de unos cerebros flexibles y expuestos,
idiotizando a unos e imbecilizando a
otros, sin remedio.
Somos unos seres ignorantes de la realidad,
dejándonos imponer toda falsedad,
con mucha felicidad, o en pena plena,
siendo acríticos de las formas y los sistemas,
igualmente, de los tipos de programas
y de los estilos de desarrollos,
en que se suceden los acontecimientos,
con que luego fuerzan los refuerzos,
que crean y recrean sutilmente unos idiotas
e imbéciles
con miles de problemas que no vemos ni
sentimos, volviéndonos igual.
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