UNA PROPUESTA GENERAL
SOBRE UN SISTEMA AGROAMBIENTAL, DIFERENTE AL ACTUAL; QUE GARANTICE E IMPULSE
UNA NUEVA SOCIEDAD SOSTENIBLE Y EN PAZ.
Por: Octavio Cruz González Ing. Agrónomo
Roberto Segovia
Benavides. Ing. Agrónomo.
El mundo civilizado está concluyendo, durante esta eterna cuarentena,
que la devastación de ecosistemas es determinante en la pandemia del virus
mutante que hoy nos acorrala, y en la proliferación de otros virus, bacterias y
plagas. La suma de todos los daños ambientales en la Tierra; como, por ejemplo,
el que se le está ocasionando al valle geográfico del río Cauca,
deformado, devastado y salinizado durante más de medio siglo, eliminando los
humedales y extrayendo indiscriminadamente agua subterránea, para
un monocultivo en él establecido, la caña de azúcar, sin que nadie se
quiera dar por enterado. Todo con el trasfondo del calentamiento global, debido
a los excesos de emisiones y a la devastación de ecosistemas; desde pequeñas
microcuencas, de quebradas y riachuelos, hasta otras mucho más grandes, como
las de los ríos de la ciudad de Santiago de Cali, en Colombia, que abastecen su
acueducto; similar manejo se les viene dando a los grandes ríos del país,
el Magdalena y Cauca, como igual a los grandes y torrenciales ríos del planeta,
pues también sucede con el Congo y el Amazonas. Desde los valles y sabanas,
hasta las cumbres glaciares, desde arrecifes coralinos y manglares, selvas
lluviosas y bosques ancestrales, hasta las divisorias de aguas y nacimientos de
manantiales naturales, todo lo hemos devastado y empezamos a recibir el castigo
merecido.
- Dice
un refrán muy popular, utilizado por todos y conocido de vieja data;
cuando se quiere insinuar o asegurar que algo creíble parece funcionar
bien, resulta que hay algo mal. Siendo precisamente el trasfondo
filosófico de este viejo refrán de donde parten los cimientos de la
propuesta que queremos exponer y entregar. Al plantear unos fuertes
cambios sociales, filosóficos, políticos y económicos a nivel
agroambiental, y también de manera general. Los sistemas productivos y
hasta los estilos de vida de la humanidad deben dar un giro de 180 grados,
de forma inmediata y sustancial en todos los modelos de
desarrollo y de progreso hasta ahora utilizados, pues continuar avanzando con
el sistema productivo actual, devastador de seres humanos, animales,
vegetales y de los ecosistemas, es de locos y suicidas. Estos modelos,
autodestructivos, se basan en una ética ambiental exclusivamente
antropocéntrica.
- Porque
venimos observando con bastante indiferencia, y hasta pasivamente, las
consecuencias serias que generan y producen nuestras acciones totalmente
dañinas sobre los ecosistemas y la vida del planeta. Igualmente, sobre
nosotros, que nos ufanamos de ser inteligentes, y sobre las demás especies;
los animales y vegetales que no van a la universidad, ni se gradúan de
doctores, pero demuestran tener mayor capacidad de interrelación y
correlación entre sus componentes, con el entorno inmediato y la
naturaleza, además, demuestran un equilibrio en sus acciones e
interacciones, reguladoras del clima y de la vida en el planeta que
habitan y que hacen habitable, regulando el clima.
Lo que queremos proponer puede parecer una simpleza; es resaltar e
insistir en lo que ya muchas personas antes que nosotros han hecho, dicho y
demostrado. Desde la perspectiva de las ciencias de la complejidad, el planeta
es un conjunto de elementos bióticos, abióticos y culturales, los cuales
son interdependientes y se interrelacionan dinámicamente en un espacio,
tiempo y circunstancias específicas., además se necesitan entre sí, deben
y tienen que funcionar en armonía holística y con respeto, una situación que
las actividades y actitudes humanas no lo permiten, por tener un enfoque de
crecimiento y desarrollo dogmático y antropocéntrico, que va en contravía de la
ecología y de la vida. Donde los modelos productivos y de explotación de los
recursos naturales utilizados, basados en una ética antropocéntrica, agreden y
destruyen el paisaje, el territorio y los ecosistemas. De allí la
importancia de aceptar y de reflexionar sobre nuevos paradigmas que generan
cambios y resultados inmediatos, sobre el mejoramiento del nivel y calidad
de vida, sobre la salud física y mental, sobre la educación, el trabajo y la
tranquilidad de las demás especies, sobre el cuerpo de la Tierra. Un planeta
azul que está entrando en estado de real emergencia, pero que reacciona
violentamente contra los causantes de su deterioro, liberando virus mutantes,
bacterias que se hacen resistentes a las drogas, como los antibióticos, plagas
devastadoras de cultivos y raras enfermedades que atacan a los seres humanos, o
a los animales, como lo acabamos de ver en los elefantes de Botsuana, muertos
por toxinas desconocidas, y sobre las plantas, como sucede con los limones
afectados por el Dragón amarillo, transmitido por un insecto, o los bananos que
sufren una trombosis vascular en xilema y floema, causada por un hongo, el
Fusarium oxisporum cubense raza 4.
PROPUESTAS:
- Nuestra primera propuesta radica en comprender que la humanidad es
apenas una parte integrante del conjunto de la naturaleza, aunque sea el ser
ecológico dominante, lo que implica iniciar y promover una tarea
monumental; la de intentar poner de acuerdo a los que ahora somos unos diferentes
países y culturas, a partir de divisiones aleatorias, sin lógica ni sentido, y matriz
de las distintas formas de entender la vida y al universo, siendo divididos por
nuestras tendencias filosóficas, religiosas y políticas, y por ellas hemos
terminado por partir y disgregar la vida en el planeta, formando una verdadera
Babel, como en aquel relato de las sagradas escrituras.
- Nuestra segunda consideración, y a la par propuesta, es sentar
los cimientos y las normas de nuestro crecimiento y desarrollo basado en todos
los saberes, y en las leyes de carácter natural. Todos los sistemas que venimos
utilizando, como los ejes de nuestro progreso humano, deben repensarse y
elaborarse a partir de conceptos y parámetros de respeto y armonía entre los
ecosistemas y en la vida planetaria. Esto implica reorganizar y delimitar
la extensión y la expansión de todas nuestras sociedades y hábitats,
involucrando en la co-creación de unos nuevos postulados éticos, y en su
relación con la naturaleza, a todos los investigadores, científicos,
educadores, pensadores, filósofos, sociólogos, maestros, psicólogos,
diseñadores, ingenieros, expertos en salud y constructores de los programas
tecnológicos, industriales, sociales, de infraestructuras y de sueños que existan
en todos los lugares del planeta, y aprender de los humildes fogoneros del
progreso, quienes con la sola sencillez de su trabajo rutinario transforman la
materia y generan plusvalía.
Empezando, de inmediato, con una masiva campaña de reforestación y
recuperación de cuencas hidrográficas como igual de cultivos de alimentos sanos
para la seguridad alimentaria de todos los habitantes de la Tierra. Para
mitigar el calentamiento global y recuperar su equilibrio, y a la vez la vida
vegetal y animal en los ecosistemas, lo cual debe desarrollarse al mismo tiempo
y de manera bien sincronizada en todos los continentes. Para
producir de modo inmediato una masiva generación de nuevos empleos
dignos, de todo tipo, desde los más especializados hasta los del nivel más
elemental y general. Impulsándose con ellos un estado de equidad social,
económica y medioambiental.
La agroecología debe ser la base de todos los sistemas productivos, para
proteger el ambiente y obtener alimentos sanos, además que sirve
para garantizar la seguridad alimentaria con la implementación y
multiplicación de las huertas individuales, comunales, regionales y nacionales,
sin afectar el ambiente.
- Nuestro tercer punto consiste en que debemos darnos un plazo
perentorio, como humanidad, que obligatoriamente debe ser muy corto, para
producir con él todos los cambios inmediatos de las fuentes que actualmente utilizamos
como generadoras de la energía productiva, comercial, residencial e industrial.
Tiene que ser un plazo demasiado breve, necesario para detener y mitigar el
calentamiento global que nos amenaza, volviendo vulnerable a la especie humana
y a todas las demás especies, ante las altas temperaturas, sequías, vendavales,
huracanes, tornados, inundaciones, fractura del Ártico y la Antártida, y por la
elevación del nivel de los mares, y por la continua aparición de plagas y
enfermedades, a través de virus mutantes desatados de sus reservorios
naturales. Todo esto ocurre con un telón de fondo oscuro, y en ciernes, el de
la sexta extinción masiva de todas las especies, que venimos acelerando con
nuestras emisiones, acciones y proyectos insensatos. El calentamiento global
ocurre por excesos de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), y por la
devastación de ecosistemas; desde pequeñas cuencas hidrográficas de quebradas,
hasta las de los ríos más grandes, como sucede con el Nilo, Congo, Mekong,
Mississippi, Amazonas y demás torrenciales ríos del planeta. Incluyendo en este
desastre ambiental a los manglares, arrecifes coralinos blandos y pétreos,
selvas lluviosas y de niebla, bosques australes y bosques boreales, tundras y
páramos, glaciares de montaña, desiertos, humedales, ciénagas, lagunas,
pantanos y demás sistemas naturales de amortiguación de inundaciones, de los
páramos y de las grandes masas de hielo y nieve del Ártico-Groenlandia y La
Antártida, que se deslíen y fracturan elevando el nivel de los mares.
Necesitamos deslindarnos, de manera inmediata, no puede haber más dudas
al respecto, de las energías basadas en quemar los combustibles fósiles,
como el carbón, gas y petróleo, causantes de 57.000 millones de toneladas de
exceso de gases de efecto invernadero (GEI), que han elevado el contenido de
carbono en la atmósfera a 418 partes por millón, un máximo nivel jamás antes presentado
con ya la vida celular sobre el planeta, que amenaza con generar temperaturas
insoportables y crear un caos climático irreversible.
Por tanto, necesitamos conducir, a todas las sociedades humanas hacia
las energías limpias, sustentadas en los recursos renovables, como son la
energía solar, la eólica, volcánica y de las mareas. Energías no contaminantes,
distintas a la de los combustibles fósiles, cuya quema genera excesos de
carbono y otros gases de efecto invernadero, con mayor capacidad de
calentamiento global a raíz del metano y los óxidos nitrosos, con 258 veces
mayor capacidad de calentamiento que el carbono. Promover y utilizar las
energías del viento, del agua, el hidrógeno y la hidráulica, pero eso sí bien sustentadas,
monitoreadas y manejadas, sin causar lo destrozos que ocasionan las grandes
represas sin controles, que traen verdaderas tragedias biológicas, mortandad de
especies acuáticas y terrestres e impactos sobre el suelo, igual sobre las
aguas corrientes superficiales y freáticas, además de daños a los seres
humanos, por lo general pequeños y humildes pobladores en miles de cuencas
hidrográficas de todo el planeta.
- Nuestro cuarto postulado es fundamentalmente filosófico, al sugerir
instaurar una teoría de ética ambiental, con carácter y de origen
netamente natural, es decir no antropocéntrica, contraria al enfoque que nos
está llevando a una loca carrera demencial hacia un punto de no retorno, por el
crecimiento y desarrollo mal entendido y aplicado, antiecológico y antihumano.
Este enfoque no antropocéntrico, implica el respeto por las leyes
naturales, a la par con las leyes universales, llevándonos, a todos los seres
humanos, a un nivel de educación superior, lo cual no significa educación
universitaria, sino que desde la escuela empecemos a comprender las fuerzas que
producen la naturaleza, la cultura, el paisaje y el universo. Por ejemplo,
que seamos capaces de entender desde pequeños un fenómeno natural como la
entropía, que en el criterio de la física consiste en comprender la magnitud
termodinámica, indicador del grado de desorden molecular de un sistema, y que,
desde el nivel de la informática, exige entender la incertidumbre existente
ante un conjunto de mensajes, lo cual nos obliga a elegir en forma sabia y
conscientemente uno solo de ellos.
Fragilidad de la raza humana y debilidad de los sistemas capitalista
y socialista y todas las formas de organizar la sociedad.
La actual pandemia ha destapado la fragilidad de la raza humana
ante una crisis colectiva en el mundo, la insensibilidad y la corrupción
salieron a flote en la condición humana del mundo, además mostraron la
fragilidad de los sistemas políticos-económicos para organizar a las sociedades
y dar una respuesta positiva a toda su población, en todos los países. Nuestra
especie fue capaz de diseñar y de construir armas convencionales, y nucleares, capaces
de destruir catorce veces todas las maravillas y bellezas del mar y de la
tierra, sin embargo, ante la pandemia carecía de camas de hospitales, de respiradores
para atender a los enfermos de fase avanzada. Hemos también sido testigos que la
Nación más poderosa de la Tierra ha sufrido más de 176.000 muertes, y algunos
de sus ciudadanos se han negado, durante meses, a aceptar la necesidad de usar
los tapabocas y cumplir con las normas de bioseguridad como medida para reducir
los contagios. Somos la única especie viviente que no conoce el trabajo
solidario, ni las funciones sociales de especies, como las abejas, las
hormigas, y los peces que son capaces de moverse al unísono por mero instinto,
resplandeciendo en los ríos y en el mar.
Con estos postulados e iniciativas
aspiramos, desde el inicio de nuestras vidas fugaces en la Tierra, las cuales son
unas minúsculas partículas de la galaxia, poder captar y manejar algunas de las
principales leyes que rigen al Universo, y con ellas comprender la
complejidad sobre el funcionamiento del Cosmos, de la naturaleza, de la vida
pensante y las del resto de organismos vivos.
A través de nuestra corta historia hemos tenido diferentes
astrónomos y físicos espaciales que han elaborado leyes o teorías sobre su
funcionamiento. Estas leyes del Universo infinito, contribuyen a que el
conocimiento sea inteligible para ciudadanos comunes y corrientes, por ejemplo:
· La Teoría del Big-Bang: que trata de explicar el origen del
Universo infinito, sin principio ni fin. La cual afirma que el Universo fue
creado hace 14.000 millones de años, debido a la gran explosión o evento
de expansión masiva, denominado Big- Bang.
. El principio de flotabilidad de Arquímedes: Conocido
también como el principio de Arquímedes, descubierto durante uno de sus baños,
pudiendo afirmar que “Un cuerpo total o parcialmente sumergido en un fluido en
reposo, experimenta un empuje vertical y hacia arriba, igual al peso de la masa
del volumen que desaloja”.
· Las leyes de Kepler: Son tres y tratan de explicar el
movimiento de los planetas, describiendo sus órbitas variables alrededor del
sol. Fue el primero en descubrir que las órbitas no eran circulares, sino
elípticas.
· La ley de la Gravitación Universal de Newton: Afirma que dos
cuerpos con masa ejercen una atracción gravitatoria entre sí.
· La teoría de la Relatividad de Einstein: Afirma que la
localización de los sucesos físicos, tanto en el espacio como en el tiempo, son
relativos al estado de movimiento del observador.
· Leyes de la termodinámica de Otto Von
Guericke: Fue el primero en diseñar una bomba de vacío para con ella refutar la
suposición de Aristóteles que aseguraba que la naturaleza aborrece al vacío. Mediante el estudio de la energía, la entropía,
volumen, potencial químico, la temperatura y la presión del sistema
termodinámico, se puede determinar si un proceso se produce espontáneamente.
Estas son las leyes del
Universo más destacadas, su descubrimiento y estudio, han cambiado la
historia del hombre. Entender con ellas al mundo que nos rodea es beneficioso
tanto intelectual, social como económicamente, por lo tanto, deben hacer parte
de los pensum educativos de todas las escuelas del mundo.
.- Nuestra quinta propuesta tiene que
ver con la creación de muchos Parques y de Reservas Naturales alrededor del
planeta, para garantizar, a partir de ellos, la producción del oxígeno
necesario para abastecer a todas las especies, incluidos nosotros, que vivimos
gracias a él, igualmente para que realicen la captura del carbono que
producimos a través de nuestras actividades metabólicas e industriales y
podamos controlar sus excesos, que traen aumento de la temperatura ambiente,
suscitando rápido calentamiento global. Para detener con ellos la pérdida de
humedad relativa, generando con la cobertura vegetal la protección de los
suelos, recuperando hábitats para las especies animales, vegetales y de
insectos. Además, del equilibrio ecológico necesario para la recuperación
de las cuencas hidrográficas que aseguran los caudales de los ríos y demás
fuentes hídricas superficiales, freáticas y subterráneas.
. - El sexto punto se refiere a la
necesidad de implementar nuevos métodos de producción agropecuaria,
basados en la agroecología y en las viejas prácticas ancestrales del equilibrio
y el respeto por la naturaleza, como la alelopatía, la rotación y recombinación
de cultivos, la diversificación con parcelación de pequeñas unidades familiares
para producción agrícola y pecuaria. Igualmente, en la recuperación
de conocimientos de los pueblos originarios, útiles para buscar
y aumentar los niveles de producción de alimentos, para poder abastecer a
una población humana desbordada, de más de 7.500 millones de seres, y en
aumento descontrolado.
Consumimos por adelantado los recursos
alimentarios de un planeta exhausto y agotado por la ambición de su peor
inquilino, los seres humanos inteligentes. Necesitamos con urgencia superar y
derrotar la perversa revolución verde, con sus excesos de agroquímicos, que
matan abejas, intoxican la atmósfera, las aguas dulces y marinas, degradan los
suelos y aniquilan las acciones cuasi mágicas e interactivas entre las especies
animales y vegetales de los ecosistemas. Con sus cultivos modificados
genéticamente causando desorden en la dialéctica de la naturaleza.
Podemos apoyarnos en los avances de la
biotecnología para crear seguridad alimentaria y recuperar la soberanía
alimentaria, perdida con la importación de excedentes agropecuarios,
subsidiados en los países que nos imponen sus criterios, con una tecnología
impostada y letal de la revolución verde, con la entrega de nuestras semillas
propias a monopolios extranjeros, y con TLCs que fueron concebidos como
mecanismos de dominio y de control, anti patrióticos, en desmedro de la
producción agropecuaria nacional.
Ante la amenaza de una hambruna global
necesitamos que todos los habitantes de la Tierra cultiven alimentos, así sea
en los patios, terrazas, balcones o en los techos de sus hogares, y conserven
las semillas naturales que pertenecen a los campesinos y a las comunidades del
mundo, necesitando tener en los Estados las suficientes y necesarias
instituciones aliadas a sus esfuerzos, con centros de acopios de sus
producciones, manteniendo precios sustentables con sus esfuerzos,
desarrollando la infraestructura requerida para hacer llegar a todos los
rincones los productos cultivados. Los esforzados labriegos cultivaron y
cosecharon, durante siglos, en sus parcelas multicolores de pan coger, por lo
tanto, no sería nada nuevo. Producir limpio con los
insumos obtenidos de la naturaleza, no de los combustibles fósiles, pues
necesitamos generar alimentos para más de 7.500 millones de personas, y al
mismo tiempo, mitigar el calentamiento y detener la extinción de las especies
de flora y fauna.
Pensemos en los niños inocentes de todo
el planeta, quienes aspiran a una vida mejor, con agua potable y alimentos
limpios, aire respirable, aguas puras en los ríos con peces y rebosantes de
salud, suelos cultivables, con selvas lluviosas y bosques reguladores del clima
global. Pero especialmente de océanos y mares limpios sin plástico, donde los
corales, el fitoplancton bioluminiscente y los millardos de peces, que se
mueven al unísono con sus libreas tornasoles, participen y ayuden de la
elaboración del oxígeno necesario para la vida amable de esas nuevas
generaciones en plena armonía con la naturaleza, y que en lugar de implantarnos
chips, para controlarnos y seguirnos, le implantemos a toda la humanidad
en sus cerebros, y en sus ideas, la esperanza de vivir y la alegría de estar
vivos a partir de postulados
colectivos.
- “Debemos de trabajar con la
naturaleza y no contra la naturaleza” decía Ian
Mgharg.
- “Vivir conforme a la naturaleza” decía
Zenón.