ESTAMOS DESECANDO HASTA LAS ROCAS
No existe nada que compense la
escasez del agua en el planeta,
ni tampoco hay suficiente de ella para
tanta gente que la acaba mientras la acosa,
convirtiendo a este mundo en un pequeño
círculo donde se acrecientan los problemas
de una enferma humanidad que así enfrenta
cada día que le pasa.
Mientras tanto las montañas se erosionan
y degradan,
al mismo instante en que los
valles se convierten en desiertos,
y los ríos se desecan en sus
riberas en tan corto tiempo
que todos los seres se momifican
sin saber en qué momento exacto sucedió.
Pero hay tantos millones de seres humanos
sobre esta tosca roca
que el planeta gira de manera loca
mientras implora
que aparezca el líquido competente
para apaciguar la sed de quienes le explotan.
Así es como ya no llueve en
ninguna parte
ni se conmueve el corazón de
nuestra parte.
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