EL PODER DE UNOS POCOS SOBRE UNOS PRINCIPIOS
UNIVERSALES
A través de unos intereses
y reconcomios personales,
se está transformando en
una locura los pecados individuales,
por más que muchos de
ellos sean apenas unos problemas veniales,
y que entonces sea por
estos,
que convirtamos al planeta
en un manicomio general.
El que, como seres
sociales, no sepamos entenderlo,
al no saberlos enfrentar y
tampoco tratar,
estamos propiciando que la
humanidad, ante ellos, y por ellos,
no se pueda congregar, ni
mucho menos calmar,
generando sobre ella la
imposición de unas visiones mortales,
por lo individualistas, egoístas
y agiotistas,
provocando que los preceptos
generales no conlleven,
para el bien de toda la
humanidad, unos principios universales.
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