SOBRE
UN ANATEMA HUMANO
Por todo el planeta, de roca en roca, se viene expandiendo,
como una plaga,
la extinción sin control y en general, y la humanidad, de
boca en boca,
solo lo comenta como si fuera algo natural.
Aun así, seguimos gastando, consumiendo todo, royendo al
mundo,
continuando andando, sin importarnos la realidad,
ya que vemos las cosas que nos ocurren como si fueran vacuas,
sin importancia,
y creyéndolas tan simples que nos negamos que sean verdad.
Pero ahora sucede que no hay culpables, que los
responsables somos todos,
por acción o por omisión de cada uno,
cuando todos sabemos que ha habido otros que han hecho de
todo
para hacer las cosas según su opinión, sin considerar, ni
por un segundo,
que opinamos los otros de su visión.
El asunto es que hay un gravísimo problema, que se vuelve
un anatema,
porque aun siendo mayorías los que sufrimos las
consecuencias
estamos en minoría cuando debemos decidir,
pues hemos caído en la trampa de un sistema que hoy nos
atrapa
dándonos dadivas por un supuesto buen vivir,
cuando está implicando las penas de los que faltan por
venir,
y la vida misma de los que no pueden decidir.
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