ENTRE
CASQUIVANAS RAZONES Y TORPES EMOCIONES
Casquivanas son las razones que esgrimimos para objetar lo
que nos conviene,
como extraños son los motivos que encontramos para
justificar por qué lo hacemos,
y entre una y otra imbécil posición, eximimos a nuestra infinita
ignorancia
para luego tener que exhibir con ella las más absurdas circunstancias
con las que edificamos después nuestra suprema estupidez.
Por más qué hasta hoy hayamos dirigido al mundo por un
rumbo equivocado
aún no existe la menor esperanza de que aspiremos cambiarle
su trayecto
pues siguen siendo más fuertes los motivos y razones
de esos pocos que nos quieren mantener por este camino
que los muchos que deseamos encontrar otro destino.
Siendo así la línea del sendero que transitamos,
y aunque éste finalice en los mismísimos infiernos,
aun así, no existen las más mínimas humanas opciones
que le puedan dar un giro a esas obcecadas explicaciones,
porque éstas se diluyen entre nuestras propias torpes emociones.
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