COLOMBIA
ES UNA NACIÓN SIN NOCIÓN DE LO QUE SON LAS SOCIEDADES
En Colombia sus habitantes no sabemos lo que implica vivir
en sociedad, o ser parte de una sociedad, tan es así que podemos asegurar que ésta
como tal aquí no existe, y sí existe no funciona ni tampoco sirve de fuerza de
presión social en contra de quienes dirigen o administran al país, pues cada quien
por su lado intenta, por lo general infructuosamente, lograr triunfar pero solo
para poder reinar cada uno en su pequeño mundo, propiciando con ello el abuso
social y en general, de una clase dirigencial, económica, religiosa y política,
y así éstos, a través de la cooptación del Estado, de sus métodos sofisticados
de corrupción y la inoperancia de las instituciones, logren que las políticas
comunes no existan y ellos puedan usufructuar de sus recursos (los erarios
públicos), sin necesidad de invertirlos en los sistemas públicos ( salud,
educación, justicia, defensa, infraestructura, deporte, cultura, etcétera), los
qué en últimas deben ser la expresión de lo que representa un Estado Social de
derechos, una Nación especifica o un país, o el gobierno en turno.
A los colombianos nos han educado para ser individualistas,
tanto así que lo común, lo general, lo cooperativo, lo social tienen
implicaciones psicológicas y reales de ser cosas malas, al punto que nos han
convencido, los dueños de los medios productivos y del poder político,
económico y religioso, que cualquier intento de cooperación sea sinónimo de
comunismo, y el comunismo en Colombia está definido como una tendencia política
perniciosa, que igualmente es sinónimo de degeneración, perversión, destrucción y cuanto epíteto señale
descomposición moral, ética y social, impidiendo que las diferentes sociedades
que existen en el país, y digo diferentes porque son variadas por las variadas
regiones que componen el territorio nacional, como igualmente son variadas por
las variadas etnias que nos componen, puedan entonces tener objetivos comunes,
y con ellos se pueda tener un mejor desarrollo y una mayor unidad de criterios
que propicien equidad en el progreso de todos como Nación, lo que también permita
al Estado llegar justamente con políticas sociales a todas sus instancias y
rincones.
Aunque debemos admitir que no somos el único país del
planeta donde esto ocurre, si podemos asegurar, con los índices y estadísticas que
así lo demuestran, que somos uno de los pocos países donde esta tendencia se
destaca y se remarca en contra de poblaciones minoritarias determinadas, pero quienes
sumadas componen las mayorías del país, como son la población indígena, la
afrodescendiente, la rural, la campesina y todas aquellas que no logran
sobresalir por encontrarse en desventaja social y económica y subordinadas a
que las políticas sociales funcionen.
Exacerbados los ánimos, como últimamente han estado, los
partidos políticos tradicionales, que en el caso específico de Colombia serían
el Liberal y el Conservador, han dado paso a movimientos políticos de liderazgos
personales, representados por personajes mesiánicos y populistas, lo que ha terminado
por degenerar mucho más el espectro social, imposibilitando con mayor razón la
implantación de políticas de carácter social para desgracia de todos sus
habitantes y para beneficio de intereses particulares.
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