LA
MORDIDA DE MI KARMA
Cargo con un karma,
el cual brota y rebota en mi boca como una pelota loca,
comprometiendo a unas encías que por sí mismas no responden,
pues los dientes que pretenden proteger ya casi no existen.
Cada día lo comienzo tal cual cómo termina,
masticando palabras vacías,
pero con los pensamientos concentrados en molares y en
caninos,
cuando siento a los frontales como los más compulsivos.
Para que al dormirme solo tenga un sentimiento,
y es que al despertar mi boca no sea de nuevo mi tormento.
________________________________________________________
No hay comentarios.:
Publicar un comentario