LOS HIJOS DE CAÍN Y ABEL
Somos los descendientes de los inexistentes Caín y Abel,
supuestos hijos de un Dios, que aún
hoy nos seguimos agrediendo,
incluso comiéndonos los muertos que
por donde pasamos vamos dejando,
aunque nos autodenominemos
compasivos, justos, buenos e indulgentes,
manteniendo mientras tanto al mundo,
construido sobre nuestras creencias,
manipulado bajo nuestros engaños,
desechando con nuestro trascurrir
la oportunidad que el tiempo nos va
brindando para cambiar de actitud
ante el desbarajuste que el planeta
sufre a partir de nuestros actos desalmados.
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