ENFRENTAMOS NUESTRA SOLEDAD CON LA
AUSENCIA DEL AMOR
Los seres humanos damos
por sentado lo que nunca hemos tenido de pie
alrededor de nuestras
decisiones más trascendentales,
porque siempre han estado
sometidas al influjo de las fuerzas prohibidas,
promovidas y producidas
por las bajas energías que surgen
de los sentimientos
mundanos corrompidos e incrustados en nuestros pensamientos,
a través de los intereses menos
indicados para provocar,
con ellos como ideas
centrales de emergencia,
la germinación de procesos
reivindicatorios de lo que significa para la humanidad
sentir y emplear la
solidaridad del amor en medio de cada sociedad,
por el contrario,
multiplicamos la toma de decisiones en la soledad de las bajas pasiones.
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