CON LA
INDIVIDUALIDAD EL SER HUMANO ESTÁ PERDIENDO UNA BATALLA, LA DE LA VIDA
La solidaridad es
una fuerza de unidad que, aunque es muy poderosa es invisible para el que no la
quiera ver,
sin embargo, viene
siendo diluida por la fuerza de convicción que cada quien construye dentro de su
cerebro,
donde se destruye
cuando se enfrenta con su propia concepción de lo que es su realidad,
permeada ésta por
la soledad, en cuanto que cada ser se expone íngrimo ante ella,
sin descubrir que
las ideas que descomponen los lazos de toda unidad, los suyos, los colectivos o
los naturales,
nacen de las desuniones
que se engendran en las perversidades de algunos que pretenden
enfrentar en soledad
al ser humano ante un universo que propende por la unidad de la materia,
sea ésta palpable o
impalpable, y muy distinta a una energía oscura,
en cuanto que puede
llegar a ser también sensible, concentrada, visible o invisible.
De allí que la
capacidad de razonar haga hoy parte de una forma de vivir, donde cada quien,
ante sus propias
necesidades de existencia, ya sea en soledad o en compañía de los demás,
está siendo convencido
y conducido, como manada, hacia un estilo de irrealidad,
siendo ésta el
punto de partida donde se originan los objetivos de unas falsas metas,
que ahora persigue cada
individuo, desconociendo, porque los han vuelto incapaces de razonar,
que vienen siendo
involucrados en un plan denominado maestro, por más que sea una gran imbecilidad,
destructora de la
unidad universal, obviamente en el plano terrenal, que están construyendo unos idiotas,
los mismos incapaces
de entender que sus motivos son la base donde se destruye la fuente de la vida,
sobre un planeta
llamado Tierra, inmerso en su propia soledad, donde está perdiendo esta batalla.
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