NOS
HEMOS VUELTO DROGADICTOS PERMANENTES
Buscando superar las depresiones, y los dolores personales,
la mayor parte de la humanidad se acostumbró a las drogas,
usándolas por todo motivo y a cada rato,
aunque sea un simple bribón o el presidente de un país,
pensando que son éstas las mejores opciones para llenar sus
vacíos,
incluso llegando a inyectárselas en las venas como hace uno
con la heroína
o como hace el otro con las gotitas sublinguales,
creyendo superar con ellas las perdidas reiteradas que nos provocan
la vida acelerada, las mentiras inventadas y los temores
infundados.
Con el correr del tiempo, y ante su inmediata privación,
muchos reaccionan como ávidos drogadictos,
comportándose con la violencia del abstemio o con la locura
del poseso,
destrozando todo alrededor,
sea este el mundo en general o hasta su entorno individual.
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