CASTRADOS
Y SIN AMOR
Emasculados como estamos,
buscamos nuevos órganos de reproducción,
sean ilegales o naturales,
solo nos importa que tengan cierto grado de función.
Perdiendo tiempo en el torpe invento,
malogramos por lo tanto la intención,
generando entonces en el burdo esfuerzo,
el mismo grado de energía que se invirtió.
Así las nuevas leyes humanas nos convocan,
seamos pobres o poderosos,
a ver la vida como un combate,
con la calma sin espacio ni emoción,
pero donde cada cama en cada noche,
se convierta en el tinglado para este absurdo amor.
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