EL
VALOR DE UN SONRISA
Viendo el rostro de un hombre,
sin dientes en un espejo,
más me convenzo de la magia que puede dar la rabia,
como el principal factor de emociones sin distorsiones.
Porque se elevan las ofensas generales,
con esa imagen,
mientras disminuyen las defensas personales,
en las ideas individuales,
disociando elementos interiores,
para hacer surgir,
de ese cuerpo sin control,
los temores desestabilizadores.
Se brindan entonces consejos,
por montones,
cuando al mismo tiempo se matonea a los culpables,
pues dicen que una sonrisa,
sin dientes,
son los espejos de esas almas partidas,
cuando de prisa,
los que critican,
han desechado las imágenes de sus inconscientes mordidas.
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