EN
BUSCA DE NUESTRO CAPITAL SOCIAL
En la búsqueda de nuestra propia felicidad,
los seres humanos somos capaces hasta de matar,
pero en cambio, para cambiar,
o mejorar a los que están muy mal,
no somos capaces de ayudar.
Con abyectas definiciones,
algunos se han inventado aberrantes falsedades,
para construir a partir de ellas,
absurdas maneras de confusión.
Es cuando aparecen sus mentiras,
esparcidas sobre los cuatro puntos cardinales,
de un planeta que se deshace en el cinismo y la ignorancia,
aceptando que comunismo es igual que socialismo,
cuando no es lo mismo,
o que, en el capitalismo,
el socialismo no tiene espacio ni cabida.
Entonces habrá que explicarle a una ingenua humanidad,
que la realidad siempre tiene matices,
porque en ella existen múltiples personajes,
desde los que acumulan todo para sí,
sin que les importe lo que suceda a quienes nada tienen,
pero que también tenemos maneras de ponerle límites a ese
poder.
Siendo entonces cuando los dilemas humanos se clarifican,
sin las inicuas formas de proceder,
pues en el fondo de los problemas,
están las gentes sin dirección,
unas glebas que no entienden porque les falta educación,
y que es muy probable que al comprender lo que les pasa,
todo nos pueda suceder,
desde acabar con una división que nos carcome y destruye,
hasta llegar a tener un planeta mucho mejor.
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