TAL CUAL MIDAS NO SABEMOS MEDIR CONSECUENCIAS
La realidad se regodea y alboroza sabiendo de plano la fortuna que tiene, al disponer de una especie inmodesta, la humana, incapaz de pensar distinto a sus complejos de grandeza y sapiencia, pues para ninguna de estas cualidades estará jamás preparada, por el contrario, está acostumbrada a elaborar intrincados desastres sin tener que esforzarse para ejecutarlos, al seguir intentándolo con los métodos y sistemas elegidos nos hemos convertido más bien en criaturas ciegas a las tragedias que originamos, actuando orondas e ignorantes frente a los hechos, en cuanto creemos qué todo lo que tocamos se transforma en oro, tal cual lo experimentó un tal Midas, un ser incompetente de medir las consecuencias de sus actos, siendo precisamente la misma fuente de lo que estamos experimentando, al desear construir lo que no captamos.
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