RÍOS DE PESADILLAS
Sólo en Cali siete ríos se han perdido, no se alcanzan a imaginar cuáles son las cuentas globales, apenas quedan cauces convertidos en cloacas malolientes, quienes pretendan ayudar a recuperarlos deben ser personas fuertes y constantes para podérselos arrebatar a unos antisociales vestidos pulcramente con finos ropajes, haciéndose llamar gentes de bien aunque actúen mal, es una incipiente batalla social que tardíamente está empezando, por lo mismo se tiene que instaurar con fuerza suficiente en el inconsciente comunal de sociedades qué aún dormidas sufren insomnio tras la pesadilla que implica perderlos.
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