COMUNIDADES DESENERGIZADAS
Aunque seamos por origen fuentes de luz, cada organismo viviente es capaz y responsable de emitir energía natural, sin embargo, nos hemos dejado fundir a estructuras materiales, desde las cuales no podemos lucir el potencial contenido dentro de unos cuerpos indecisos y programados a emanar emociones contradictorias, incapaces entonces de producir las sustancias esenciales complementarias a los elementos corporales que pueden dar lugar a las reacciones químicas requeridas para iluminar autónomamente nuestros caminos comunales, que se han ido quedando oscuros ante un destino originalmente luminoso, dejando a las comunidades energéticamente viables en supuestas calenturas, que al unirlas van conformando el actual infierno en el que nos estamos asando.
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