TROMPADAS AL PARPADEO
UNIVERSAL NO SIRVEN DE NADA
A trompadas nos
hemos acostumbrado a rechazar la verdad universal,
la cual demuestra
que la realidad natural es indiferente y paciente,
ya que nunca se
muestra a la luz impuesta por una humanidad indecente,
que siempre permanece
indispuesta enfrente de las formas impuestas,
con las que se nos
imponen mentiras por quienes son los hampones
de esa inmodificable
verdad, pues la única manera que existe
para realizar transformaciones,
a través de mundanas acciones,
frente a la
realidad conjunta y paralela del espacio,
sobre el cual
cada cual desarrolla sus emociones,
es por medio de la
velocidad despacio, característica del ser humano,
visto bajo el
parpadeo de la eterna mirada desde el espacio universal,
aunque existan pretenciosos
individuos por querer acelerarla osadamente
y sin razón,
usando la descomposición material, porque ésta termina
yéndose en contra
de su propia ubicuidad ante la incuestionable realidad.
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