DELIRIO
EMOCIONAL
Blindados con la decepción personal como el peor escudo,
los seres humanos vamos por el mundo errabundos,
sin otro principio que el odio y la rabia como argumento
principal,
pregonando después por qué la vida del otro no tiene
sentido.
Luego, con el desprecio como la idea más brillante,
iluminamos los caminos que recorremos como nuestro único destino,
aspirando que al final de cada día el delirio nos invada,
para con él los corazones se distiendan y desaparezcan las mejores
emociones,
y así culpar a los demás de esta hecatombe emocional,
mientras invocamos a Dios para que nos salve de nosotros
mismos.
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