HASTA AHORA HACER EL RIDÍCULO NO TIENE CADUCIDAD
Hay tipejos disfrazados de expertos doctores, lo que luego les sirve para aparentar eminencias y destrezas que las propias neuronas naturalmente no les proporcionan, graduados en universidades que falsifican los programas académicos con rimbombantes estudios, lo cual se traduce en títulos para expolios permanentes, garantizándole a los descendientes de prestigiosos antisociales mantener activas las sagas de las ilicitudes que consolidaran las empresas delincuenciales, establecidas desde generaciones pasadas hacia las futuras; aunque es bastante obvio lo que se observa, las sociedades humanas que se mueven alrededor de repetitivas y parecidas teatralidades sociales, hacen el ridículo al aparentar que no ven las maquinaciones ni tampoco saben de sus ejecuciones criminales, manteniendo incólumes e inamovibles análogas fechorías sin tiempo de caducidad.
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