MIRADAS QUE MATAN

MIRADAS QUE MATAN

Mirando alrededor, como organismos sintientes, nos hemos acostumbrado a obviar que no necesitamos analizar lo que se supone es la pura realidad, aceptando qué aunque poseamos dientes en el intelecto neuronal, no tenemos que masticar los acontecimientos reales, creyendo que se suceden aleatoria, esporádica y repentinamente, para que sigan ocurriendo hasta la eternidad por acción de una siniestralidad  precipitada por algunos seres a partir de sus decisiones personales, normalizando actuaciones antinaturales sobre la gravedad de un espacio universalmente masificado como planeta desde el origen primario, pero que al final puede terminar siendo particularizado por motivaciones egoístas e individuales, provocando un escenario de eventos reactivos que se van en contra de los elementos que producen los efectos básicos  destructores de la energía frente al campo visual de espectadores pasivos.

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