CORAZONES ACORAZADOS
Con tantos escudos protectores forrando y acorazando nuestros cuerpos, nos hemos transformado en tanques orgánicos ambulantes, supuestamente capacitados para aguantar los tiros, misiles, bombas y embates opuestos a nuestros modelos de vida, aunque se note claramente que vivimos supurando indolencias, odios y resentimientos desde nuestros corazones, que van dejando huellas detrás de nuestros confusos avances, muchos de los cuales se estrellan contra los muros que previa y voluntariamente hemos levantado, dejándonos atorados y patinando sobre los escombros y excrementos que producimos a diario.
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