AÑOSOS LECHOS MORBOSOS
Antaño fuimos amantes furtivos, y hasta incluso expedientes de furias contenidas entre placeres morbosos, ahora somos añosos andantes extraños, recorriendo trochas acortadas y mal tenidas, derivando hacia lechos bajo techos tórridos, que por consiguiente terminan siendo derruidos por culpa de vapores y calores expelidos por parte de cuerpos cansados de emociones y temerosos de consensos amorosos, quedando envueltos en dudas y sensaciones de poderes perdidos.
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