UNA ESPECIE INMERSA EN LA INERCIA DEL ESTORBO
La especie humana está inmersa en un disparate existencial, disparándose todo el tiempo sobre sí misma, demostrando que la demencia además de ser una tradición cultural también es una tara congénita, los pocos miembros de la especie dedicados a la investigación y a la ciencia aseveran que la conciencia aunque parece racional se deteriora cada día más, encontrándose en cuidados intensivos al interior de una atmosfera podrida encima de un planeta convertido en manicomio y hospital por los directos responsables de operar las herramientas otorgadas por una naturaleza traviesa, pues desde el comienzo comprendió y ha sido consciente de la inercia intelectual conducente hacia la extinción de la especie que más le estorba.
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