ENTRE MALEZAS Y JARRONES
Preferir ramos de flores, arrancadas para ser exhibidas entre los jarrones de sus salas, a la exuberancia natural de bosques y selvas, hace parte de la decisión tomada por seres urbanos y citadinos, aborrecedores de las mal llamadas montoneras de plantas, a las que les han puesto el inri de malezas, pero que ejemplifican una naturaleza sana y divina, a la cual demonizan quienes optan por monopolizar los terrenos en los que han sembrado monocultivos, dizque porque quieren dar de comer al hambriento, eso si después de vender a precios exorbitantes lo que producen y han impuesto.
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