PÍNDARO YA SABÍA MENTIR

PÍNDARO YA SABÍA MENTIR

Desde Píndaro hasta hoy, se repite una antigua tradición humana, la de mentir con devoción sin importar las consecuencias que se provoquen; ya que desde entonces se miente sin miedo y con rencor pues no hay escrúpulos ni temores por el dolor ajeno.

Sin embargo, con las lenguas viperinas con que atacan a los otros, esos mismos farsantes se lamen las heridas propias, que se han provocado con las falsedades que pretenden esconder tras conocer las limitaciones de su poder y sus mentiras, porque con ellas han logrado trasformar el conocimiento futuro de una especie confundida con su mínimo saber.
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