UNA BANDERA PELIGROSA
El fascismo no es ninguna ideología inofensiva, tampoco un movimiento político inerte ni mucho menos un saludo a una bandera realizado por unos cuantos loquitos desadaptados, es un régimen violento de control social y mental por parte de quienes utilizan este sistema administrativo, deseosos de provocar el mayor mal posible sobre los que ellos consideran seres despreciables y desechables, de esta realidad surge la perentoria necesidad de aprender a interpretar sus políticas antisociales, pues sin este requisito crucial, incluso vital, la mayoría de las sociedades se verán en la obligación de padecerlo y experimentarlo, corresponde entonces al ciudadano de a pie, sencillo y del común prepararse y educarse por su propia cuenta, para conocer a ciencia cierta las formas de descifrar las señales que emiten y expiden sus peligrosos beneficiarios, ya que la inmovilidad y la indiferencia colectiva, provocada por el miedo que imponen e imparten contra los otros, a través de los métodos de terror que utilizan, es el caldo de cultivo con el que multiplican las probabilidades de mantenerse con una supremacía que no pueden tener, porque las consecuencias son fatales.
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