EL HUMANISMO ESTÁ ENVENENADO
Toda ayuda disfrazada de humanismo viene envenenada de intereses privados, particulares y financieros, son escasas, o casi nulas, las colaboraciones proporcionadas por personas ajenas a sus ambiciones materialistas, fundamentadas en sus codicias y avaricias, en cuanto estamos en un mundo carcomido por las ansias y deseos de corrupción individual, sobre un planeta dónde el corazón colectivo palpita impulsado por un egoísmo extremo e institucionalizado, construido, edificado y estructurado alrededor de un capitalismo ilimitado, en el cual se considera al descontrol ecológico y ambiental como algo normal, siendo un proceso artificial, contrario a las simbiosis y conexiones naturales.
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