EL RACISMO ES UNA TARA ENFERMIZA
Teniendo al racismo incrustado, instalado e implantado entre los genes, seamos nativos, extranjeros o inmigrantes, la especie humana está destinada a sufrir contra si misma las consecuencias que genera el repudio emocional sobre todo lo que tenga tinte intelectual, basta llegar hasta el último individuo existente para confirmar que seguirá repitiendo lo mismo de manera automática, provocando un convencimiento visceral, de nada nos van a servir las escuelas, colegios o universidades si no podemos erradicar un ejemplo vivencial promovido por oportunistas, excelsos educadores arribistas, dispuestos a vender el humo que sale de ideas clasistas y elitistas, en cuanto estamos condenados a sentir irracionalmente semejantes taras obsesivas y enfermizas.
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