ALETARGADOS DESPUÉS DE ASPIRAR HALITOSIS ROÍDAS
Habiendo, como sociedades, lanzado hacia las profundidades del vacío existencial los lastres individuales, los cuales nos llegaron a mantener por un tiempo flotando libres en medio del sentido común, evitando padecer y sentir vértigos sociales, ocasionados por vaivenes continuos al quedar expuestos de vivir sin sentir firmezas sobre el espacio material, no podemos entonces reclamar el que hayamos quedado sometidos a unas fuerzas provenientes de los alientos que más duro soplen desde los interiores de cuerpos ebrios de poder y codicia personal, como sucede ahora con una humanidad dedicada a respirar la halitosis de asquerosos cochinos, quienes nos muestran confiados sus dientes manchados por la sangre de todos los demás organismos a los que han macerado y roído a través de su placer desmedido por poseer y acumular lo ajeno y comunal, así que atengámonos a las consecuencias de los letargos y la indolencia adquirida.
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