LAS ARMAS DE LOS ESTADOS NO HACEN PARTE DE LAS MANIGUAS ASESINAS
Que difícil es sanar heridas, físicas, emocionales o mentales, cuando son ocasionadas por armas entregadas a miembros de fuerzas militares en los Estados sociales de derechos, en cuanto con ellas se tienen que proteger a los habitantes de las sociedades inermes y confiados en su amparo, jamás se pueden coligar ni pervertir con las que usan la delincuencia o los antisociales, quienes persiguen objetivos infames, muy distintos a los que se les han encomendado a policías y soldados de esas patrias que terminan mancilladas cuando éstas son utilizadas en delitos y crímenes, ya que han sido concebidas y creadas como parte de instituciones defensivas para, y en favor de, las autoridades éticas y morales, único camino que ha encontrado la humanidad como el mejor objetivo a seguir y perseguir, buscando superar las leyes de la selva, dónde siempre el más fuerte se comerá al más débil.
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