INSACIABLE DESVERGÜENZA
Nos da vergüenza ajena la sed de venganza propia, con la que somos capaces de saciar placeres que encontramos viendo padecer al mundo entero, demostrándole a los contrarios, y a las generaciones futuras, la forma ideal de proceder en medio de los desastres y tormentos prodigados como alternativas a seguir, y así construir un mundo desestructurado, desarrollado para permitir incrementar los odios que nos ahogan como especie desvergonzada.
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